La zona oeste sufre la oleada de robos más agresiva de los últimos años
Los delincuentes perpetran atracos en los que amordazan a los vecinos para sustraer desde animales hasta coches de alta gama
Los ladrones campan a sus anchas por la zona oeste del campo de Cartagena. Esta parte del municipio que cuenta con caseríos distantes entre sí rodeados de montañas, como en la diputación de Los Puertos de Santa Bárbara, padece una desbocada escalada de atracos tanto en número como en la violencia de los mismos. Poco importa la mercancía que posteriormente los delincuentes venden en el mercado negro. Todo les vale. Animales de granja o exóticos –como faisanes dorados o pavos reales-, electrodomésticos, ropa, joyas, motocicletas, coches y ahora, ante la impunidad de la casi nula vigilancia policial, invaden los domicilios a plena luz del día y amordazan a sus propietarios para culminar los robos sin impedimento alguno.
Uno de los vecinos, que había sido ya desvalijado cuando estaba ausente de su domicilio, al intentar hacer frente a los maleantes, recibió una paliza y lo ataron de pies y manos. Sólo había una cosa que no se habían llevado la primea vez: el coche. Un automóvil Volvo de alta gama que horas más tarde las mafias desmontarían y venderían por piezas en el extranjero, posiblemente Marruecos por el acento de los atracadores. Este matrimonio aterrorizado por el suceso ha decidido no volver a residir más en su casa de Los Puertos de Santa Bárbara de Arriba. Un miedo que sienten en sus carnes la práctica totalidad de los residentes en esta parte del municipio.
El presidente de la asociación de vecinos, Antonio Hernández, reconoce que “ha sido un verano muy duro”. Asegura que hace muchos años que no recordaba una intensidad delictiva de semejante calibre. “He comunicado cada uno de los robos a la junta vecinal pero esta zona es competencia de la Guardia Civil y se les ve muy de vez en cuando”, apostilla el representante vecinal. La Delegación del Gobierno anunció este verano el despliegue de un Módulo de Intervención Rápida (MIR) del instituto armado como refuerzo a los efectivos destinados en el área de influencia del campo de Cartagena y el Mar Menor. Los vecinos se muestran convencidos de que estos agentes patrullan en diputaciones más pobladas del norte del municipio y de la costa quedando totalmente al albur de los caprichos de los ladrones.
