La cita para el médico de cabecera sufre retrasos de hasta seis días

Los pacientes acuden a las urgencias de Santa Lucía ante episodios de fiebre por las demoras en los centros de salud

Los ambulatorios también están colapsados. Hasta seis días tienen que esperar los cartageneros para que le pueda ver su médico de cabecera. Según la denuncia que ha realizado un enfermo al Partido Cantonal, en la mañana de ayer miércoles tanto por internet como en el mostrador, la cita más próxima para la doctora Antonia Sánchez Gil, del centro de salud Virgen de la Caridad más conocido como “el Parchís”, tenía como fecha las últimas horas del martes de la semana que viene. Casi una semana para que su médico de familia pudiera diagnosticar el episodio de fiebre que presentaba.

Este ciudadano, como otros muchos, acudió a las urgencias del hospital de Santa Lucía ante la desproporcionada demora que presentaba la lista de espera de su centro de atención primaria. Y una vez allí, este servicio de emergencia también permanecía totalmente desbordado con esperas de hasta nueve horas. Entre tanto, la puerta de urgencias del hospital Santa María del Rosell continúa a medio gas después de que los responsables sanitarios y la propia alcaldesa, Pilar Barreiro, haya dejado claro en más de una ocasión que si algún cartagenero presenta una dolencia grave debe acudir al nuevo hospital de Santa Lucía porque el Rosell carece de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) desde que fuera clausurada por ellos mismos.

El Partido Cantonal de Cartagena exige a la Consejería de Sanidad que deje de jugar con la salud de los cartageneros y abandone la reiteración en hacer del Área de Salud número 2 su laboratorio de ensayos para aplicar los recortes más severos en materia sanitaria. Ninguna otra zona de la Región sufre una disminución de personal de semejante calibre, así como en el cierre de un hospital que, cada días más, queda claro el error de su progresivo desmantelamiento después de una inversión en su modernización de 45 millones de euros durante los últimos años.

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