Valcárcel relega al ostracismo a Cartagena con la llegada del AVE a Murcia
El presidente de la Comunidad Autónoma retrasa el tren de alta velocidad hasta 2019 cuando el último calendario de Renfe marcaba 2016
El presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, lo tiene claro. Dentro de la espiral de retrasos que acumula la llegada del AVE a la Región, el también presidente del Partido Popular mostró ayer, en su visita a las instalaciones de la La Huertecica en Santa Ana, su firme compromiso junto con el Ministerio de Fomento de que el tren de alta velocidad aparezca por primera vez por la ciudad de Murcia a finales del año que viene o principios de 2015. Y, en cambio, aseguró que no arribará a Cartagena hasta al menos el año 2019 cuando el último calendario aprobado por el Consejo de Administración de Adif, gestora de infraestructuras de Renfe, adelantaba esta fecha a mediados 2016, sólo un año después que Murcia.
Esta información, que facilitó Adif y el Ministerio de Fomento hace sólo cinco meses, anunciaba la licitación del tramo Murcia-Cartagena a lo largo del segundo semestre de este año. Es decir, a partir del mes que viene. Pero Valcárcel enarboló ayer la bandera de una nueva demora de tres años más, y sólo para Cartagena y no para Murcia, sin pestañear y como consecuencia de una serie de errores de todos los partidos gobernantes de los últimos años que al final castiga sin medida a la ciudad portuaria respecto a la capital regional.
El presidente de la Comunidad Autónoma todavía echa más balones fuera al vincular la llega del AVE a Cartagena al Corredor Mediterráneo de mercancías. Una inversión de carácter transnacional donde intenta queden más diluidas las responsabilidades de su partido, gobernante en las tres administraciones Ayuntamiento, Comunidad y Estado, cuando hasta ahora el mensaje era de una línea Madrid-Cartagena con un último tramo desde la ciudad del Segura que contaría con un mayor retraso por las dificultades orográficas del puerto de la Cadena.
En conclusión, los lamentos de Valcárcel porque el tren de última generación no haya llegado de forma simultánea a Alicante y a Murcia, tal y como recogen los acuerdos a tres bandas de 2001 entre las comunidades autónomas implicadas y el Estado, quedan referidos en exclusiva a la ciudad de Murcia y deja a Cartagena, donde consigue mayorías absolutas sin descanso, relegada hasta finales de esta década sin mayores explicaciones que echar las culpas a los demás cuando lleva casi veinte años al frente de la gestión de la Comunidad Autónoma.