La Comunidad incumple su proyecto de ubicación de un museo natural en Marchamalo

La Consejería de Medio Ambiente prometió hace un año el restablecimiento de la actividad salinera y la construcción de un centro de interpretación en el humedal

Promesas que caen en saco roto. La Comunidad Autónoma anunció a bombo y platillo hace un año que firmaría con los propietarios de las antiguas Salinas de Marchamalo un acuerdo para la recuperación de la extracción de sal. La iniciativa contemplaba también la construcción de un centro de interpretación de la naturaleza con autofinanciación por la venta de productos alimenticios procedentes de la explotación económica del humedal. Y, aun más importante, con el restablecimiento de su anterior actividad, el agua del mar entraría de forma natural en las cubetas y garantizaría la conservación de la colonia estable de flamencos y otras especies acuáticas de alto valor ecológico. La presencia de esta fauna protege el enclave, por reglamentación europea, y le otorga cinco figuras de máxima protección ambiental, entre las que destacan las de Lugar de Interés Comunitario (LIC) y la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).

El compromiso de la Consejería de Medio Ambiente surgió a partir de una reivindicación del Partido Cantonal de Cartagena sobre la creación de un Parque Natural en las Salinas de Marchamalo a semejanza del que la Administración regional ha acondicionado en las gemelas Salinas de San Pedro del Pinatar, con intervenciones de escaso impacto con el entorno como observatorios de aves, un edificio museográfico y pasarelas de madera alrededor del humedal con paneles explicativos de la flora y fauna.

La Comunidad Autónoma coincidió entonces con el PCAN en la necesidad de este proyecto ya que atraería a turistas a la zona de Marchamalo, ubicada entre La Manga del Mar Menor y Playa Honda, en periodos alejados de época estival y con ello la principal playa del municipio daría un paso más para desestacionalizar su actividad económica. En cambio, y pasados trece meses, la Consejería mantiene el plan en un absoluto ostracismo pese a que enarboló incluso fórmulas contractuales con los dueños del paraje o la viabilidad del museo del ecosistema con los ingresos de la salida al mercado de productos de alto valor añadido como la flor de sal y diferentes fórmulas gourmet. Las autoridades regionales indicaron incluso que estos artículos tendrían fácil salida en el mercado con un sello específico o certificado de calidad por su procedencia de espacios de alta cualificación medioambiental.

“Mucho proyecto y ninguna aplicación real en la práctica después de tanto tiempo. Las Salinas siguen en el mismo estado de abandono de siempre. Hay dinero para la puesta en valor de las de San Pedro del Pinatar pero para las de La Manga, nada de nada”, lamenta el secretario general del Partido Cantonal, Celestino García Alfaro.

La mayor parte de este entorno, también catalogado como Humedal de Importancia Internacional, pertenece a los promotores Alfonso García y Mariano Roca que han perdido un recurso en el Tribunal Supremo sobre la disminución de la zona de servidumbre de dominio público de cien a veinte metros como en otros tramos de la costa. Esta decisión de la alta instancia judicial impide de facto la construcción en este territorio.

Síguenos y dale me gusta 🙂