El Ayuntamiento no ha sacado a la venta la segunda edición de “Murcia por una mitra”

La Concejalía de Patrimonio y Cultura (MC) mantiene un gran número de ejemplares en cajas sin distribución siete meses después de la presentación de la obra

Misión imposible la adquisición de “Murcia por una mitra” por parte de los cartageneros para regalo de Reyes. El Ayuntamiento de Cartagena no ha puesto a la venta la segunda edición de este libro del historiador, arqueólogo y director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), Iván Negueruela, siete meses después de su presentación a bombo y platillo por parte del anterior alcalde, José López. Las librerías de la ciudad han pedido sin éxito ejemplares para su venta estas pasadas fiestas de Navidad. Representantes del sector del libro, tanto pequeños comercios como grandes superficies como El Corte Inglés, mostraron su queja al Partido Cantonal porque esta obra ha sido solicitada por numerosos clientes durante las fechas navideñas. Las mismos empresarios coinciden en el que el Área de Patrimonio y Cultura, editora directa del volumen y que dirige el concejal Ricardo Segado (MC), no proporciona ejemplares para la venta directa al público pese a que la edición cuenta con el preceptivo depósito legal y código de ISBN. Cajas de cartón atesoran a estas alturas un gran número de unidades en dependencias municipales sin cubrir la demanda de los cartageneros en la calle.

Además, fuentes municipales de toda solvencia aseguran al PCAN que han sido devueltos buena parte de los ochocientos volúmenes que el Ayuntamiento envió al Vaticano, todos los cardenales de la Iglesia Católica, todos los obispos de España y todos los párrocos de la Diócesis de Cartagena. La segunda edición de esta emblemática obra contó con una tirada de 1.200 libros. El Partido Cantonal solicita que tanto los cuatrocientos ejemplares que no fueron enviados a la curia como los devueltos por la misma salgan al mercado local de librerías con el propósito de que este trabajo fundamental sobre la usurpación de la sede episcopal por parte de la ciudad de Murcia tenga una adecuada difusión entre los cartageneros. Los lectores agotaron por completo la primera edición que publicó la desparecida Editorial Áglaya hace ya diez años.

Esta obra recoge de forma precisa la documentación que desmiente que el papa Nicolás IV autorizó el traslado de la diócesis de Cartagena a Murcia por la bula de Rietti. El obispo Diego de Magaz solicitó la huida a la ciudad del Segura en el siglo XIII pero Negueruela desvela que el Santo Padre pidió por escrito a dos abades de la Corona de Aragón una investigación sobre los motivos de esta petición y, después del análisis de la misma, consideró que el prelado de Cartagena permaneciera en la ciudad que da nombre a la Diócesis.

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